sábado, 23 de agosto de 2008

→ No importa, es el atardecer





Pensandolo bien, esa luz, esa roca que te soporta, esos colores, esa sombra, te queda bien. No olvido esa tarde, faltó tiempo, faltó un poco mas de nosotros, falto entablar la conexión que poseemos. Pero no importa. Te tengo, te poseo, eres mio, sin saberlo, y yo soy tuya, sin querer serlo. Pero somos, y sin ti, una parte de mi, queda vagando, y tú sin mí quedas sin animos. Me enamoré sin querer caer y tu me enamoraste sin querer atarme. Sin apegos, ya sabes. Já! Como nos tapó la boca el tiempo, y los besos. Tus besos, esos, que saben un poco mas dulces que el fuego. Me quemo, y nos prendemos. Esa tarde había fuego en el cerro. El atardecer glorioso de un día entero, te vi quemandonte entre los árboles, sin que te quemaras realmente, porque tu eras el fuego que encendía mi visión. Ese día no quería perder detalles, y te fotografíaba para no perder la escencia de ese día, en que fuiste más mío que cualquier otro. Ese día, a pesar de que nos faltaron palabras, y sonrisas fuiste mío. Aunque hubieron enojos y desalientos fuiste mío y me protegiste, me animaste. Ese día, aunque no tocamos nuestros sexos fuiste mío. Y lo seguirás siendo siempre.
Los contraste, los contornos se matizan con el espíritu indomable y salvaje, que en ciertas ocasiones nos dominan. Llegaste tarde, para ver el atardecer conmigo, pero no importa, lo fotografié para que en otra ocasión lo apreciaramos juntos. Me dirás que no es lo mismo, y en tu alma albergarás ese arrepentimiento amargo. Pero no importa, yo puedo hacerte la vida mas dulce, cuando te falte azúcar... pero también sabes que puedo hacerte la vida amarga, para cuando te aburras de lo dulce. Busco y busco momentos plasmados en papel. Tantas cartas, tantas fotografía, dibujos y manualidades, poemas y canciones. Esa noche, tocamos el tambor, y tu me hiciste un show con tus malabares, eres un artísta, y yo sólo soy una relatadora de nuestras vidas. Tu eres el niño, y yo tu madurez. Tu eres mi locura y yo tu razocinio. Ser un poco cuerda y poco loca es la virtud que tu me daz y que yo te doy reciprocamente. El atardecer ya fué. La noche domina nuestros actos. Me hubiese encantado perderme contigo en ese bosque, y así ser solo nosotros. Ese atardecer se fundió con nosotros. Se fundió con nuestro amor.

Y se que después de tí, aunque suene determinante, siento que ya no seré nunca más la misma. Me haz enseñado, lo que ya no encuentro en este mundo, me enseñaste la sencibilidad de las cosas. Quizás me ayudaste a descubrir, de qué manera puedo transmitrir las cosas buenas. Sin palabras. Ya sabes, nunca fuí muy buena hablando. Y te digo que, aunque ese día faltaron palabras, en mi vida, siempre faltaran atardeceres como ese...Tu amor, es como ese atardecer, unico e irrepetible.

1 blabla:

Anónimo dijo...

Es maravilloso lo que he leido en este lugar, en esta ocasion... con las ganas de que la historia sea como usted la cuenta, y no que se vaya como siempre por una rama. Ojala cosas como las que usted relata, sucedan. Y si le sucedieron... dichosa de usted, niña.

 
Blogger design by suckmylolly.com