Distraida, pierdo mi cabeza por cualquier cosa que me se atraviesa en el camino. Me distraigo, con el revolotear de una mosca, o con la conversa de mi amigo. Pierdo mis sentidos, y ya no sé si algo he perdido, pero como no me doy cuenta, sigo mi camino.
Llegando a la casa, siento frio, busco mi telefono, pero ya lo he perdío. Comienzo a sentirme mojada, voy a brir mi paraguas y recuerdo que en el bus, colgando, lo deje en la baranda. Llego a la casa y golpeo la puerta, ya que las llaves se quedaron puestas en el candando de mi casillero. Nadie me espera. Muero de frío afuera. Nadie que habra la puerta excepto una vieja, le digo hola abuela! Y me dice: Cabeza de pollo yo no soy tu abuela, tu casa está a la vuelta!
2 blabla:
Me siento totalmente identificado con el post,saludos desde el Armario de María. Te incluiremos como blog amigo.
Suerte y buenos humos.
Jhony Cogollo
twitter.com/jhonycogollo
¿Seguroooo que no era tu agüelitaaaa?
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