En mi paisaje tranquilo. En mi vida pausada y CONTROLADA. Siempre llega el objeto que desentona. Que desespera mi vida, y que aveces sin razón alguna me deja sin salida... y me veo volviendo siempre a la locura. Esta locura que con tu sola presencia desentonadora se cura.
Mueves mis paisajes, me desatas los nervios. Desordenas mi orden, y vuelves caos mi vida. Mi corazon da vuelcos, con tus desvaríos. Con tus amoríos de medianoche, me abrigo... y desconcertada te digo, que me encantas cuando te pones como un niño...
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