Todo cambia en un segundo, todo gira en este mundo, somos frágiles como cristales, sencibles y tan mortales, humanos vulnerables todo cambia.
Todo cambia en este mundo, todo gira en un segundo, somos frágiles como cristales, sencibles y tan mortales, humanos vulnerables todo cambia.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
→ Vulnerabilidad
liberado por Jupitariana a las 12:39 p. m. 1 blabla
Etiquetas: Prosa loca
lunes, 17 de diciembre de 2007
→ de pedazos
Armo risas olvidadas en un rincón.
Risas que fueron rotas, cuando olvidamos el verdadero sentido de nuestros lazos.
Estoy aquí, tratando de encajar.
Tratando de entender.
Como todo lo bueno, se vuelve tan negro, de un instante a otro.
Egoísmo.
Celos.
Egocentrismo.
Y una lista interminable, de inmensos defectos que no se repararán jamás.
Una interminable marea de ratas corre por entre mis piernas.
Roen las sonrisas que aun no puedo reparar.
Carcomen mi ser.
Me inundo.
Y otra vez, la capital del infierno me abre sus puertas.
liberado por Jupitariana a las 11:15 a. m. 2 blabla
Etiquetas: Cosas que se piensan, Prosa loca
jueves, 13 de diciembre de 2007
→ muy poco de todo
Tal vez, como ves, estoy secando las penas al sol cariño.
Estoy cambiando la piel, nene, no me estorbes.
Metamorfoseandome en oxigeno, que me da tu respiración, sino fuera así,
de que otro modo, estaría cambiando?
Impulso, siempre dejo morir las iniciativas, las buenas y las malas.
Que defecto/
que defectos/
grito imperante!
liberado por Jupitariana a las 12:23 p. m. 0 blabla
Etiquetas: Cosas que se piensan, Prosa loca
martes, 11 de diciembre de 2007
→ Escape
liberado por Jupitariana a las 12:04 p. m. 0 blabla
Etiquetas: Prosa loca
lunes, 10 de diciembre de 2007
viernes, 7 de diciembre de 2007
→ A buena hora
Será que no debe ser así. O así. Y escribir, me contrae el alma, hasta la palma de la mano desalmada. Será que me olvidé un parte de mi inocencia, en algú rincón del camino cosido a medias - y respirar es esto: Ni tan mío, ni tan tuyo. Inevitablemente nuestro, automatismo inquietante y el eterno miedo a morir despierto, en buena hora me acuesto.
liberado por Jupitariana a las 3:32 p. m. 0 blabla
Etiquetas: Cosas que se piensan, Prosa loca
miércoles, 5 de diciembre de 2007
→ Ligero
te miro, y te veo, allí con ganas de amar,
esperando amarme, y amarte a tí mismo.
Reconozco en tí, ese andar lento,
que de por sí siempre es ligero,
estás tan quieto hoy,
cercano, pero a la vez lejano,
en otros mundos quizás?
No digo nada,
y no sirvo para nada más,
lleno de vacíos tu alrededor,
pero quiero que me beses.
Con mis manos, recorro parajes
límites y te corrompo,
te retuerces de placer,
cierras los ojos y una sonrisa inaugura mi cara.
Las piernas comienzan a temblar,
en el momento en que me hago parte de tí.
Eres ese vivir renovado,
eres la voz en mi cabeza, el susurro en mi oído,
que dice cosas que me cuesta aceptar y escuchar.
Siempre busco que me beses,
y que calles las palabras despiadadas,
que brotan sin sentido,
que nacen sin crearlas.
Soy el agua desparramada en tu cama.
liberado por Jupitariana a las 12:39 p. m. 0 blabla
Etiquetas: había una vez...
martes, 4 de diciembre de 2007
→ Los amantes
¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
(Julio Cortázar)
liberado por Jupitariana a las 8:33 p. m. 0 blabla
Etiquetas: había una vez..., Prosa loca