lunes, 16 de julio de 2007

→ Particular Subvencionado


No estudio nisiquiera por accidente, me va pésimo en notas, y en comportamiento, dicen que peor, pero yo digo que es lo mínimo. Siempre entro, como dos horas despues que el resto de los mortales. La gato, llega a la puerta del establecimiento educacional del sector, en búsqueda del conocimiento. Uno Puente Altino, color, amarillo con café y pilares rojos, con líneas de seguridad que no conducen a ningún lado, de uniforme plomo, contrastado con rojo. Uno eternamente particular subvencionado. Soy parte de ese gran grupo curso, donde la mayoría saca rojos y los celebran con risas y estupideces, con cervezas y pitos. Esa gente que pasa de curso y nadie entiende cómo. Bastián es anarquista, o eso pretende, ni él lo sabe. Le gusta el punk. Hace tiempo que no sonríe muy seguido. Cuando el amor le dió la espalda, se rapó la palabra "alegría" del cerebro. Se pone un gorro negro y se lanza sobre la mesa , hasta que suena el timbre. Rozando su rostro contra la madera rayada por consignas, y monos que el mismo inventa. De ahí sale a recreo. A esperar que la muerte venga a buscarlo. Lo mismo espera Saúl: nada. Según él, ir al cole, le arruinó la vida. Yo pienso que sin él, sería millonario y feliz. Con él hablamos casi varias horas en la sala de clases, temas incomprensibles, como "¿uno se puede suicidar dos veces?", mientras yo escucho musica a medio volumen en mi pendrive. O vamos a comprar a un kiosko indescriptible. Tocan la campana y hacemos como que entramos, el profe hace como que enseña, los alumnos hace n como queaprenden, el sol hace como que sale, el mundo hace como que se muere , el apocalipsis hace como que llega, hasta que suena la campana nuevamente, y la verdad llega.

 
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