miércoles, 13 de junio de 2007

→ Circo insomne


Otra vez el circo insomne en la ciudad dormida.
Otra vista de adefesios y arlequines grotescos, pero siempre la misma.
Las irrealidades gritan tragedias conocidas y mueren en llantos incomprensibles.

“Dónde estará? Por qué no llega? Creí oir su voz, ahora nuevamente muda… me llama? Sólo sé que sufre y que no está en mí salvar su esencia…”

Un suave murmullo que adormece a los presentes dice estallar a la distancia, entre la lluvia, que ahora cae más intensamente.

“Nadie de los de adentro querrá salir ahora, la tormenta los asusta, se pueden desteñir…”

Pero alguien llega y aguarda fuera de esta estrambótica función, fuera de todo, en realidad. Esconde algo en su mente? Si, por supuesto, todos conservan algo para sí mismos, como si fuese un tesoro único en su fragilidad, pero, qué es lo que hace vulnerable a sus pensamientos?
Hasta dónde pretende hacer llegar su soledad? Cuánto piensa prolongar su entrada al espectáculo?
El nerviosismo se ahueca en sus ojos, detrás de su cortina de cabello azabache.

“No puede ser, tiene que llegar, VA a llegar, se debe haber demorado, no pudo haber entrado antes de mi llegada… no debo temer, todo saldrá bien… espero”

Acaso son lágrimas lo que desliza por su rostro y que esconde con velocidad? Son realmente vestigios de su alma, de verdadero temor? O tan sólo será la lluvia?

“No es acaso la lluvia el llanto del cielo? Puede alguien en algún lugar estar sintiendo lo que yo? Le dolerá como a mí esta ausencia?”

Un rayo iluminó el cielo, y en sus ojos se perpetuó una tristeza de muerte, la desolación en su estado más puro.

“Ya no vendrá, el sueño se apropió de su alma. Mi espera fue vana, llegué demasiado tarde para escuchar la dulzura en su voz por última vez; ya deben haberse adueñado de su mirada, y de todo su ser…”

Su rostro se apagó, y comenzó a internarse entre la muchedumbre dormida. Las voces llegan hasta dónde está, y comienzan a ahogarlo en su murmullo.

“Necesito alcanzar su esencia antes de que todo acabe, antes de que se apague su luz… pero estas voces… no me dejan seguir… me extingo… lo lamento… quise salvarte…”

Otra vez el Circo Insomne sigue su recorrido, llevándose con él nuevas voces carcomidas, para alimentar las pesadillas de las criaturas más ruines. Y las puertas del espectáculo se reabrirán en otro lugar, para iniciar el ritual de siempre ante el público desprevenido, en busca de más almas embriagadas de inocencia.

 
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